La gestión operativa se refiere a un conjunto de procesos y tareas que buscan mejorar el funcionamiento interno de una organización, con el objetivo de alcanzar los propósitos establecidos en sus políticas y metas operativas. Estos objetivos operativos derivan directamente de los tácticos, involucrando a todas las actividades de la cadena de valor, como la gestión de producción, distribución, recursos humanos, aprovisionamiento y finanzas.
Alcance y funciones de la gestión operativa
La gestión operativa no solo impacta en la estructura organizativa, sino también en los roles, funciones y toma de decisiones de los mandos intermedios y directivos. Su influencia se extiende a la capacitación del personal, las relaciones entre los procesos organizativos y la tecnología, así como a la introducción de innovaciones técnicas y estratégicas que favorecen el progreso de los proyectos.
Las principales funciones de la gestión operativa son:
- Análisis de servicios: Asegura la alineación de los servicios ofrecidos con las necesidades de los clientes y proveedores, así como el cumplimiento de las especificaciones técnicas.
- Análisis de procesos: Garantiza la adecuada gestión de los procesos técnicos y administrativos, cumpliendo con las normativas aplicables.
- Revisión de diseño y dirección: Se basa en la mejora continua de los procedimientos para maximizar productividad y rentabilidad, optimizando el uso de recursos.
En resumen, la gestión operativa despliega recursos y capacidades para lograr resultados concretos. Los objetivos deben ser realistas, cuantificables y alineados con la posición de la empresa en el mercado, así como sus expectativas a corto, mediano y largo plazo.
Incrementar el valor de la gestión operativa
Mejorar la gestión operativa requiere de acciones que busquen aumentar la calidad y cantidad de actividades con los recursos disponibles, reducir costos y responder mejor a las expectativas del cliente. También es clave la capacidad de innovar y responder rápidamente a los cambios.
Para fortalecer la gestión operativa, los directivos deben:
- Definir los productos y servicios que ofrecerán y cómo distribuirlos eficientemente.
- Diseñar operaciones que aseguren la máxima calidad.
- Optimizar los sistemas administrativos para mejorar la flexibilidad y productividad.
- Atraer talento para alcanzar los objetivos organizacionales.
- Decidir las innovaciones necesarias para mejorar la operación.
Finalmente, la misión y objetivos de la organización deben ser claros y sencillos, estableciendo una jerarquía de metas que guíen las actividades operativas hacia los estándares de calidad, rentabilidad y productividad.
La importancia de la gestión operativa en un entorno cambiante
En momentos de cambios sectoriales, legislativos o macroeconómicos, la gestión operativa cobra mayor relevancia. Innovar y adaptarse es clave para mantener la competitividad en un entorno que demanda flexibilidad y eficiencia.